Son muchas la personas que tienen dificultad y dolor al levantarse de la cama y les lleva tiempo calentar y empezar a moverse con naturalidad y sin dolor. Algunas personas recurren a los relajantes musculares, medicamentos para el dolor, cremas y esprays. La situación se vuelve más complicada cuando tienes que cumplir con obligaciones que no se pueden postponer ( ir a trabajar o cuidar a los niños).
Algunas de las causas de esta rigidez se pueden encontrar en la falta de ejercicio, sobrepeso, dieta inadecuada, descanso insuficiente por la noche, vivir en ambientes fríos y o húmedos.
Afortunadamente puedes ayudarte a ti mismo llevando a cabo estos simples consejos:
- Haz estiramientos suaves mientras sigues en la cama, después sentado en ella: ayudará a estirar y destensar la musculatura, permitiendo la llegada de sangre oxigenada.
- Dúchate con agua caliente: mejorará la llegada de sangre a los músculos y los relajará.
- Bebe agua de la mejor calidad posible: agua embotellada de calidad o filtrada por ósmosis inversa.
- Haz unos ejercicios de sentadillas de forma suave, apóyate en una mesa o en una silla. Exhala y dobla las rodillas tanto como puedas sin hacerte daño, inhala y vuelve a la posición erguida. Este ejercicio activa cerca del 90% de la musculatura del cuerpo.
- Si tu habitación es particularmente fría o húmeda usa un calefactor.
- Come mejor: evita los carbohidratos simples, lee las etiquetas de los alimentos evita; colorantes, potenciadores de sabor, edulcorantes como el aspartamo y la fructosa, siropes y azúcar blanca.
- Aprende a manejar tu estrés emocional, no pases la noche pensando en tus problemas.
- Haz ejercicio. 10.000 pasos al día (compra un podómetro o camina unos 5 km).
- Usa la ropa adecuada a la estación, si sueles tener frío usa pijama de franela.
¡Espero que estos simples consejos te ayuden a mejorar tu calidad de vida!